“EL CAINEJO”, CUANDO UN PASTOR Y UN MARQUÉS DERROTARON AL URRIELLU.
El
Pico
Urriellu
(2.519
metros),
más
conocido
como
Naranjo
de
Bulnes
es
un
inmenso
colmillo
de
caliza
incrustado
en
el
corazón
de
los
Picos
de
Europa.
No
es
el
monte
más
alto,
ni
siquiera
en
su
sector,
pero
es
sin
duda
el
que
atrae
todas
las
miradas,
la
niña
bonita
del
macizo.
La
culpa
de
su
exagerado
protagonismo
la
tienen
sus
enormes
paredes,
increíblemente
lisas
y
verticales.
No
existe
en
ellas
un
solo
punto
débil
que
permita
alcanzar
la
cima
andando;
los
pretendientes
al
Picu
deben
saber
avanzar
encordados
y
escalar
a
largos,
incluso
en
su
vía
más
sencilla,
si
quieren
apuntarse
la
cumbre.
Es
por
eso
que
se
la
considera
la
montaña
más
inaccesible
del
país,
una
cumbre exclusiva para escaladores.
Los
habitantes
de
la
zona
históricamente
siempre
se
refirieron
al
Naranjo
como
“Picu
Urriellu”,
no
siendo
la
denominación
“Naranjo
de
Bulnes”
ni
popular
ni
tradicionalmente.
Tal
vez
sea
debido
al
color
anaranjado
de
la
piedra
caliza
de
la
que
está formado. Los vecinos de Bulnes lo expresan con el siguiente verso:
“No me llaméis Naranjo, pues fruto no puedo dar;
llamadme Picu Urriellu,
que es mi nombre natural”.
Existe otro dicho popular de la zona que dice lo siguiente:
“Los cainejos no se mueren, se despeñan”
La
primera
escalada
se
llevó
a
cabo
por
su
cara
norte
(por
la
conocida
actualmente
como
Vía
Pidal-Cainejo)
el
5
de
agosto
de
1904
por
Pedro
Pidal
y
Bernaldo
de
Quirós,
Marqués
de
Villaviciosa,
acompañado
por
el
pastor
Gregorio
Pérez
Demaría
“El
Cainejo”,
natural
del
pueblo
de
Caín (León).
Pedro
Pidal
(35
años)
quería
a
toda
costa
que
ningún
extranjero
fuera
el
primero
en
subir
al
Picu
y
por
eso
compró
en
Inglaterra
la
mejor
cuerda
de
pita,
trajo
unas
alpargatas
de
París
(los
primeros
pies
de
gato)
y
contrató
a
el
Cainejo
(51
años),
compañero
de
múltiples
travesías
y
ascensiones,
como
guía.
El
5
de
agosto
comienzan
a
ascender
por
la
que
luego
se
llamará
la
vía
Pidal-
Cainejo,
inaugurando
no
solo
la
ascensión
a
ese
totémico
monolito
sino
también
la
escalada
en
España.
El
Cainejo
tomó
la
iniciativa
de
la
escalada,
y
descalzo,
iba
subiendo
a
la
vez
que
aseguraba
a
su
compañero,
siendo
el
primero
en
llegar
a
la
cumbre.
Para
bajar,
en
los
tramos más complicados, el Cainejo bajaba a Pedro Pidal y luego bajaba él.
Como
casi
siempre,
no
sólo
hay
riesgo
al
subir,
sino
también
al
bajar.
A
Pedro
lo
bajaba
Gregorio
con
la
cuerda,
y
“el
Cainejo”
bajaba
como
buenamente
podía.
En
el
paso
más
delicado,
cómo
no
podía
destrepar,
anudó
la
cuerda,
la
empotró
con
piedras
a
un
canalizo
y
destrepó
por
ella
hasta
donde
estaba
Pedro
Pidal.
Después
cortaron la cuerda, para quedarse con el resto.
Cuando
hicieron
cumbre
levantaron
tres
montones
de
piedras
como
testimonio,
y
por
lo
que
me
han
dicho,
todavía
está
en
pie
el
que
realizó
el
Cainejo
siguiendo
la
técnica
propia
de
la
zona.
Otra
prueba
de
lo
complicada
que
fue
la
tarea
es
que
Gregorio volvió a intenarlo con otra gente más adelante, y fracasó.
Teófila
Gao
Pérez,
la
nieta
de
el
Cainejo
con
tan
solo
15
años
coronó
el
Naranjo
de
Bulnes sin cuerda y con faldas el 6 de agosto de 1935.
PICU URRIELLU